Actualmente, existe una amplia variedad de acolchados que se usa en la agricultura para mejorar la calidad de la tierra y los cultivos. Entre ellos se encuentran los acolchados biodegradables, que cada vez son más populares gracias a sus características que los hacen más eficientes económicamente y respetuosos con el medio ambiente. 

Fabricados con polímeros totalmente biodegradables. Se biodegradan directamente sobre el terreno siendo asimilados por los microorganismos de este, evitando los costes de retirada.

El proceso de biodegradación produce dióxido de carbono, agua, compuestos inorgánicos y biomasa, que no solo son inofensivos para el suelo y los cultivos, sino también una fuente adicional de fertilización.

Ventajas del acolchado biodegradable:

• Prevenir la proliferación de malas hierbas.
• Conserva mejor la humedad del suelo
• Mejorar y proteger la estructura del lecho del suelo.
• Permitir ahorrar más agua
• Permitir ahorrar en fertilizantes
• Permitir un mejor control de la temperatura (calefacción o refrigeración)
• Control de plagas
• Se logran mayores rendimientos de cultivos
• Sin residuos plásticos para recoger después de la cosecha
• Prevenga la contaminación del suelo al no producir desechos tóxicos después de su uso.
• Ayuda a preservar los nutrientes del suelo y mejora el crecimiento de frutas y verduras.
• No contienen metales pesados
• Su instalación es un procedimiento estándar que no requiere maquinaria especial.